UCA: La pobreza condiciona el crecimiento y el futuro del 38% de los niños argentinos

  • 11 de septiembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
El porcentaje de niños y adolescentes que viven en hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI) se redujo un 3,2% desde 2010 y, aun así, hay un 38% de menores de 18 años que están en situación de pobreza, y el 24,4% en hogares con NBI, reveló el 4° Informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, cuyos resultados se presentaron en la Universidad Católica Argentina (UCA).
El porcentaje de niños y adolescentes que viven en hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI) se redujo un 3,2% desde 2010 y, aun así, hay un 38% de menores de 18 años que están en situación de pobreza, y el 24,4% en hogares con NBI, reveló el 4° Informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia en el período del Bicentenario "Evolución del desarrollo humano y social de la infancia desde un enfoque de derechos - Avances y metas pendientes en los primeros cuatro años del Bicentenario (2010-2011-2012-2013)". Los resultados del estudio fueron presentado este miércoles 10 de septiembre por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). El informe completo puede descargarse del siguiente link: http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo81/files/UCA_ODSI_2014_web.pdf Resumen de los principales resultados En la última década hubo grandes avances en lo que concierne a hacer efectivos los derechos de la infancia y adolescencia. Sin embargo, en el marco de estos progresos es fundamental conocer las cuestiones que obstaculizan el ejercicio de derechos y el desarrollo humano y social de las infancias argentinas. Por ello, a fin de seguir avanzando en el conocimiento sobre el espacio de las capacidades y necesidades de esta particular población, el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia 2014 presenta los avances y metas pendientes en los primeros cuatro años del Bicentenario: - Erradicar la pobreza en cualquiera de sus formas es una meta ineludible. En este sentido se advierte que el porcentaje de niños/as y adolescentes que vive en hogares con NBI se redujo 3,2 p.p desde 2010. Aun así, hay que destacar que el 38,8% de las infancias y adolescencias se encuentra en situación de pobreza y el 24,4% de los niños/as y adolescentes aún vive en hogares con necesidades básicas insatisfechas. - Reducir la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable y servicios de saneamiento, y la proporción de hogares residentes en viviendas deficitarias. El 17,5% de los niños/as y adolescentes reside en viviendas precarias, el 44% convive con algún problema de saneamiento y el 19% vive en condiciones de hacinamiento. Sin embargo, estos tres indicadores han experimentado progresos significativos que, en parte, explican la merma de la incidencia de la pobreza por NBI antes mencionada. - Alcanzar la universalización del acceso a las tecnologías de la información y la comunicación ya que de ello depende el desarrollo de ciertas capacidades de integración social. Los progresos aquí han sido notables puesto que cada vez más chicos/as tienen su propia computadora y acceden a servicios de Internet. Sin embargo, aún 38% de los niños/as no poseen una computadora en su casa y el 39% no suele utilizar Internet. - Con respecto a educación hay muchas metas que alcanzar, entre ellas podemos nombrar a: la inclusión de los adolescentes en la educación secundaria; la inclusión de los más pequeños en centros educativos; y la ampliación de la jornada extendida. En relación a la inclusión en la secundaria, si bien solo el 7,9% de los chicos/as entre 13 y 17 años no asisten a la escuela, el 20,7% asiste pero con rezago. Sobre la inclusión de niños/as de 3 y 4 años en centros educativos cabe mencionar que el déficit de este indicador tuvo un descenso de 9,5 p.p. de 2010 a 2013 pasando de 43% a 33,5%. - Finalmente, en cuanto a la jornada extendida, la meta para 2010 indicaba que el 30% de la población escolarizada de nivel primario debía concurrir a una escuela con jornada extendida, no obstante, en 2013 dicho porcentaje fue de apenas 9,8%. La relevancia de esta meta yace en que para los sectores más desfavorecidos la jornada extendida podría representar la incorporación de ofertas educativas y recreativas en el espacio del deporte, las artes y la cultura. Erradicar del trabajo infanto-adolescente. Hubo una reducción en la propensión al trabajo infantil, en efecto entre 2010 y 2013 la incidencia del trabajo infantil experimento una merma de 2,7 p.p alcanzando al 14,9% en 2013 para la población de 5 a 17 años.+