¿Cómo se le agradece a un Papa? "Rezando por él"

  • 10 de septiembre, 2014
  • Gaza (Palestina)
El sacerdote argentino Jorge Hernández, miembro del Instituto del Verbo Encarnado y único párroco católico de Gaza, cuenta así su reciente entrevista con el papa Francisco. "Todo fue iniciativa del Papa. La cita era a las 11. Con tiempo suficiente estuve allí con el padre Gonzalo Ruiz IVE. La entrevista duró 47 minutos y en privado, sin periodistas ni fotógrafos. La charla fue muy amena, inclusive con algunas bromas", contó.
El sacerdote argentino Jorge Hernández, miembro del Instituto del Verbo Encarnado y único párroco católico de Gaza, cuenta así su reciente entrevista con el papa Francisco. "Quiero relatar la entrevista que nos brindó el papa Francisco el viernes 29 de agosto en la Casa Santa Marta. Todo fue iniciativa del Papa. La cita era a las 11. Con tiempo suficiente estuve allí con el padre Gonzalo Ruiz IVE. La entrevista duró 47 minutos y en privado, sin periodistas ni fotógrafos. La charla fue muy amena, inclusive con algunas bromas", contó el sacerdote. "Le agradecimos su peregrinación a Tierra Santa, los frutos. Le pasé el saludo de nuestro Patriarca Fouad Twal. Le conté que somos muy pocos: sobre un total de al menos 1.800.000 habitantes, los cristianos en Gaza somos 1.350, de los cuales solo 136 somos católicos", agregó el padre Hernández. "Me preguntó «si estaba solo en la misión». Le respondí que éramos dos sacerdotes. Que el padre Mario Da Silva estaba conmigo y que es del Brasil, por eso con él hablamos de todo menos de fútbol. El Papa se rió. Le dije también que estaban las Hermanas Servidoras de la Virgen de Matará [n. de r.: rama femenina del Verbo Encarnado], las Hermanas de la Caridad y las Hermanas del Rosario", expresa el relato del sacerdote. "Le conté un poco acerca de la guerra, la destrucción, el odio, la sed de venganza y la locura que todo esto significa. El Santo Padre acotó: «¡Los niños, los pobres niños!». Le mencioné nuestra seria preocupación por el problema del éxodo de los cristianos y la persecución. Le dije que la gente se quiere ir, que no tienen un futuro y que en breve nos quedaríamos sin cristianos. Escuchaba preocupado y en silencio", relató. La nota firmada por el padre Hernández continúa así: "Preguntó si conseguíamos alimentos y cómo lo hacíamos. Le expliqué que se escatiman y son caros. Le explicaba que escasean y, bromeando, le advertí que no era yo el ejemplo más elocuente de la tal escasez. Se rió nuevamente. En un momento nos dijo: "Te tengo que confesar que como obispo y como argentino me siento muy orgulloso de vos y de todos ustedes". Preguntó al padre Gonzalo cómo andábamos de vocaciones. Le respondió que por gracia de Dios teníamos un promedio de 85 novicios en estos últimos 4 años. El Papa le dijo: "Cuídenlos y fórmenlos bien". Preguntó si esos novicios están en la Argentina. El padre Gonzalo le dijo que no, que están en todo el mundo. Que en Chile tenemos unos 25, a lo que el Papa afirmó: "Sí, sí, en San Bernardo". Luego dijo que muchas congregaciones están sin vocaciones por estar muy apegadas a los bienes materiales. Que nosotros sigamos así, con pobreza y sobre todo yendo a las misiones. Nos dijo que tenemos que seguir acudiendo a todas partes, especialmente a los lugares más remotos. Hacia el final de la charla nos dijo: "No pierdan la alegría, sobre todo la alegría interior". Ciertamente que este encuentro con el Santo Padre es una gracia del buen Dios, para mí y para toda la familia religiosa del IVE. Y ahora, volviendo a Gaza, luego de haber visto al Papa, puedo hacerles llegar a los cristianos de allí la cercanía, la certeza y la fortaleza de la fe de Pedro, según el mismo Señor le encargara: "Y tú (Pedro), cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos" (Lc. 22,32). Despidiéndonos ya del Papa, le regalamos un evangelio bilingüe en árabe y hebreo, pues Cristo es el Príncipe de la Paz, el único capaz de hermanar estos pueblos, y además el libro "Los hizo varón y mujer" traducido al árabe, símbolo de nuestro empeño por evangelizar estas culturas, como le explicamos al Santo Padre. Al terminar le agradecimos enormemente. Y ya, caminando hacia la puerta, le pregunté: -"¿Cómo se le agradece a un Papa?" Me respondió: -"Rezando por él". Recemos entonces por el Papa y pidamos a la Santísima Virgen conserve en nosotros la fe petrina, tal y como nos lo ha enseñado el padre Buela. In Domino. P. Jorge Hernández, IVE".+