Después de 13 años, reabrió en Rosario el templo del Buen Pastor

  • 10 de diciembre, 2019
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
En el marco de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción e inicio del Año Mariano Nacional

Tras haber permanecido cerrada durante 13 años, la iglesia del Buen Pastor, en la arquidiócesis de Rosario, reabrió sus puertas el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción e inicio del Año Mariano Nacional, con la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo, monseñor Eduardo Eliseo Martín.

La misa estuvo concelebrada por el rector del templo ubicado en Laprida 2724, presbítero Fabián Belay, y sacerdotes del clero rosarino. Durante la misa, el arzobispo administró los sacramentos del Bautismo, la primera Comunión y la Confirmación a niños, jóvenes y adultos.

Finalizada la celebración de la Santa Misa, se realizó la bendición de la Capilla de adoración permanente al Santísimo, en la que se podrá estar adorando y acompañando a Jesús Sacramentado las 24 horas del día, todos los días del año.

En su homilía, monseñor Martín destacó: “En este día de la Inmaculada podemos decir que entra en juego todo el misterio del amor de Dios, el misterio de la inequidad y el triunfo, la victoria del amor de Dios sobre el pecado, sobre la muerte”.

En otro momento, expresó: “El querer ser como dioses soberbiamente tiene consecuencias. El pecado tiene consecuencias. Pongo siempre este ejemplo: con este puño puedo romper un vidrio, pero no puedo pretender que la mano quede sana”.

“Dios es tan grande en su amor que en ese instante de pecado ya promete la redención. Nos rescata y nos reúne en su amor”, señaló, y sostuvo: “La Inmaculada Concepción de la Virgen María es la celebración del poder del amor de Dios. Dios preserva a la Madre del redentor. Lo que María es desde el primer momento de su existencia nosotros lo somos desde el Bautismo que comenzamos como nuevas creaturas siendo perdonados”.

“Todo lo tenemos que ver en esta gran historia de la salvación. No somos seres arrojados en el mundo, somos hijos amados de Dios. Tanto nos ha amado que nos ha entregado a su Hijo a través del sí de la Virgen, la Purísima”, recordó monseñor Martín.

En este contexto de la historia del amor de Dios, el prelado llamó a “mirar los distintos pasos de la historia”. En ese sentido, destacó: “La historia del Buen Pastor es un tramo más, no es un eslabón perdido. Qué hermoso que podamos retomar esta historia que comenzaron las hermanas del Buen Pastor que durante tantos años sirvieron en la caridad a hermanos y hermanas necesitadas, especialmente mujeres, que vimos en la reapertura emocionadas”, reconoció.

“Retomar esta historia a través de la Asociación Padre Misericordioso, esta corriente de caridad, de amor y de servicio es responder al amor de Dios por la obra del mismo Creador en su pueblo. Estamos felices y contentos por la obra del Señor y por la respuesta de su pueblo para que se manifieste aún más la gloria de Dios y que los hombres y mujeres al ver estas obras se acerquen más a Dios”, afirmó.

“Por eso, queridos hermanos y hermanas, nuestro corazón no puede decir otra cosa que gracias, gracias Señor por el don inmenso de tu amor, gracias Señor por esta comunidad que retoma sus actividades dándole nueva vida y respondiendo a las necesidades actuales de nuestra ciudad, de nuestra arquidiócesis frente a tanto dolor y sufrimiento, frente a tantos hermanos nuestros que padecen comienza esta historia del amor de Dios”, concluyó.

» Texto completo de la homilía

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