El Papa será un "volcán" que encenderá a los jóvenes para la misión

  • 11 de agosto, 2014
  • Daejeon, (Corea del Sur)
Daejeon, Corea del Sur, será del 13 al 17 de agosto, el centro de encuentro de miles de jóvenes de toda Asia que se congregarán para celebrar juntos la VI Jornada de la Juventud Asiática (AYD). Este encuentro es la principal razón del viaje del papa Francisco, que iniciará el próximo jueves 14, al Lejano Oriente. Monseñor Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon, expresó que "el papa Francisco será como un volcán: prenderá el fuego en los corazones de estos jóvenes".
Daejeon, Corea del Sur, será del 13 al 17 de agosto, el centro de encuentro de miles de jóvenes de toda Asia que se congregarán para celebrar juntos la VI Jornada de la Juventud Asiática (AYD). Este encuentro es la principal razón del viaje del papa Francisco, que iniciará el próximo jueves 14, al Lejano Oriente. Monseñor Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon, expresó que "el papa Francisco será como un volcán: prenderá el fuego en los corazones de estos jóvenes". La decisión del Papa de venir al Lejano Oriente -la primera visita de un Papa después de 23 años- surgió a partir de una carta de monseñor Lazzaro You, a quien los obispos de Asia le habían encargado preparar la Jornada de la Juventud Asiática. Francisco: Sentí en mi corazón que tenía que ir a Corea "Yo sabía ?explica el obispo de Daejeon a AsiaNews- que el papa Francisco en agosto se queda en Roma, para leer libros, escuchar música. Y entonces me vino la idea: ¡sería bueno que en agosto, el Papa estuviera en Corea para participar en la AYD pensé, aquí hay dos mil jóvenes, haciendo una experiencia maravillosa pero hay que pensar en los otros jóvenes, a los que no es fácil de encontrar: necesitamos crear una nueva evangelización para los jóvenes, pero para hacer esto tienes que mover obispos y sacerdotes: yo no podía hacerlo, pero el Papa sí". Monseñor You, de 63 años, dice con inocultable alegría que escribió al Papa, que habló con el cardenal Piedro Parolin, con el sustituto monseñor Angelo Becciu, con el cardenal Fernando Filoni y, finalmente, con el mismo Papa quien le dijo: "¡Usted me escribió! Cuando leí su carta, sentí en mi corazón un consejo: ¡hay que ir a Corea! Inmediatamente pregunté a monseñor Becciu si para esa fecha ya tenía compromisos y ¡vi que estaba libre!". La preparación no fue fácil: monseñor You tuvo que escribir cartas personales para todos los jóvenes invitados para garantizar su visado para Corea. Sólo los que vienen de Japón, Hong Kong y Taiwán no necesita un visado. El obispo de Daejeon señaló que esperan 2.000 jóvenes procedentes del extranjero y 4.000 de Corea para trabajar durante la AYD y a estos se añaden al menos otros 30.000 jóvenes, para las celebraciones con el Papa. El 15 de agosto llegará el Papa y antes de la intervención del pontífice, tres jóvenes, un chino de Hong Kong, un camboyano, un coreano harán una intervención delante del Santo Padre y luego, dice monseñor You, "será el momento de Francisco. Creo que va a ser como un volcán: prenderá el fuego en los corazones de estos jóvenes". Los desafíos de la Iglesia en Corea Monseñor You describió las dificultades que enfrentan los jóvenes: "Más que en otros países, en Corea desde la escuela primaria, se anima a los jóvenes a competir, a ganar todo el tiempo, de superarse unos a otros. Tener un buen título de estudio se basa en gran medida en la sociedad confuciana y te pone en la jerarquía social, cada vez más alto. Y a la Iglesia le resulta difícil encontrar a los jóvenes, ya que siempre tienen que hacer algo que les sirva para subir de rango: el deporte, la música, las lecciones de estudios adicionales. Entre los niños, hay un discreto retiro de la fe. En la escuela primaria, a misa vienen un 30% de los niños católicos; en la escuela secundaria es más o menos el mismo porcentaje; pero en la universidad, el porcentaje se reduce al 5%. Muchas universidades no practican la fe: el estudio, el deseo de ganar, el deseo de hacer un cambio de carrera la alejan. El ateísmo práctico, el materialismo es rampante y frena el cristianismo. Esto es porque incluso en Corea, poco a poco se está destruyendo la familia y la capacidad educativa de los padres y las madres. Antes en Corea el divorcio se sentía como una vergüenza. Pero ahora se jacta. Entre los católicos, el número promedio de divorcios es ligeramente inferior al nacional". A pesar de estas dificultades, la Iglesia coreana está creciendo cada año y ahora cuenta con más de 10% de la población y muchos jóvenes piden el bautismo. "Creemos que la venida del Papa ?concluyó el prelado- será un componente decisivo para la evangelización. La venida de Juan Pablo II en 1984, fue un despertar para la Iglesia coreana, su venida en el 89 fue la oportunidad de abrirse a la sociedad. Esta vez, creo que Francisco nos conducirá a la misión en Asia y en el mundo. Y creo que esto es también un gran deseo del Papa".+