El nuevo arzobispo de Rosario asumirá el 24 de agosto

  • 15 de julio, 2014
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo electo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, asumirá la sede episcopal e iniciará su gobierno pastoral en la arquidiócesis durante una solemne concelebración eucarística por desarrollarse el domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera.
El arzobispo electo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, asumirá la sede episcopal e iniciará su gobierno pastoral en la arquidiócesis durante una solemne concelebración eucarística por desarrollarse el domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera. Para la toma de posesión, asistirá el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien pondrá en ejercicio de sus funciones al nuevo arzobispo. Asistirán también a la misa de toma de posesión el actual administrador apostólico de la arquidiócesis, monseñor José Luis Mollaghan, y otros arzobispos y obispos del país. Como es tradicional para estas ocasiones, se aguarda una multitudinaria presencia de las comunidades parroquiales, movimientos y asociaciones eclesiales, representadas por los sacerdotes, diáconos, consagrados, religiosas y laicos. El arzobispado local divulgó una oración para rezar por el ministerio del nuevo arzobispo. Oración por el arzobispo Eduardo Eliseo Martín Padre de bondad, mira a tu pueblo que peregrina en nuestra arquidiócesis de Rosario y se prepara para recibir a su nuevo pastor. Te pedimos Señor que dispongamos nuestro corazón y el de nuestras familias, así como el de nuestras parroquias y comunidades, juntamente con cada sacerdote, religioso, religiosa y laico, para recibir al futuro arzobispo. Que nuestra bienvenida en el día de su llegada, se prolongue cada día, y seamos fieles al llamado que recibimos en el bautismo de vivir la santidad y formar parte viva de la Iglesia. Que no pensemos sólo en nuestros intereses, sino que nos demos con generosidad, para pertenecer y construir la familia diocesana. Que tengamos corazones de hijos y de hermanos, que nunca lo abandonemos, y lo aprendamos a querer y a cuidar, con espíritu generoso.+