Guardias Suizos: "Detrás del uniforme hay una persona que sobresale por sus virtudes", dijo Francisco

  • 6 de mayo, 2014
  • Ciudad del Vaticano
En la mañana de hoy, 30 jóvenes suizos hicieron su juramento frente a sus familiares e invitados. Este acontecimiento tuvo lugar en el Patio San Dámaso del Palacio Apostólico y conmemora la heroica muerte de 189 suizos caídos defendiendo al papa Clemente VII en el Saqueo de Roma en 1527. Con motivo de la incorporación de estos nuevos guardias suizos, el papa Francisco los recibió el lunes en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, y al agradecerles su servicio recordó que el uniforme de la Guardia Suiza este año celebra su centenario. "Su uniforme, dijo el Papa, es una característica llamativa de la Guardia Suiza y atrae la atención de la gente. Pero recuerden que no es el uniforme, sino quien lo lleva puesto el que llama la atención de los demás con su amabilidad, con el espíritu de hospitalidad, con la actitud de caridad hacia todos".
En la mañana de hoy, 30 jóvenes suizos hicieron su juramento frente a sus familiares e invitados. Este acontecimiento tuvo lugar en el Patio San Dámaso del Palacio Apostólico y conmemora la heroica muerte de 189 suizos caídos defendiendo al papa Clemente VII en el Saqueo de Roma en 1527. "Es un día especial ?dijo el Papa a los guardias suizos- porque se conmemora el saqueo de Roma y el acto heroico de sus predecesores que, en 1527, dieron su vida por la defensa de la Iglesia y del Papa. Su dedicación es la confirmación de que su valor y su fidelidad dieron sus frutos". "El contexto social y eclesial cambió mucho desde entonces, señaló el Pontífice, la sociedad es diferente respecto a esos días. Pero el corazón del hombre, su capacidad de ser fiel y valiente - acriter et fideliter, como dice su lema- se mantuvo igual". "Servir en la Guardia Suiza Pontificia significa vivir una experiencia que prevé encontrarse con el tiempo y el espacio de una manera muy especial. Con su peculiar servicio, están llamados a dar un testimonio cristiano, pacífico y alegre a los que vienen al Vaticano para visitar la basílica de San Pedro y para encontrarse con el Papa. ¡Vivan intensamente sus días! Sean fuertes en la fe y generosos en la caridad hacia las personas que encuentren", les dijo Francisco. El Papa mencionó que el uniforme de la Guardia Suiza este año celebra su centenario. "Sus colores y su forma -explicó- son conocidos en todo el mundo: recuerdan la dedicación, la seriedad y la seguridad. Identifican un servicio único y un pasado glorioso. Sin embargo, detrás de cada uniforme hay una persona real: con una familia y un país de origen, con una personalidad y una sensibilidad, con deseos y planes de vida". "El uniforme de ustedes es una característica llamativa de la Guardia Suiza y atrae la atención de la gente. Pero recuerden que no es el uniforme, sino quien lo lleva puesto el que llama la atención de los demás con su amabilidad, con el espíritu de hospitalidad, con la actitud de caridad hacia todos. Consideren esto también en la relación entre ustedes, dando importancia a su vida comunitaria, al compartir los momentos felices y los más difíciles, sin olvidar a los que tengan problemas y, a veces necesiten una sonrisa y un gesto de estímulo y amistad; eviten una distancia negativa que los separe de sus compañeros y que, en la vida de todas las personas del mundo, puede generar desprecio, marginación o racismo". El juramento de los nuevos reclutas de la Guardia Suiza La Guardia Suiza Pontificia está al servicio de los papas desde hace más de 500 años. Todo comenzó en 1506, cuando llegaron los primeros suizos por petición de Julio II. El 22 de enero de 1506 es la fecha oficial de la fundación, el día en el cual 150 suizos entraron por primera vez en el Vaticano, bajo el mando del capitán Kaspar von Silenen. Lo hicieron por la "Puerta del Pueblo" y fueron bendecidos por el papa Julio II. Los nuevos guardias presentaron el solemne juramento sobre la bandera del Cuerpo, delante del representante del Santo Padre, monseñor Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado. Estuvieron presentes cardenales, obispos, miembros de la Curia y representantes de las delegaciones diplomáticas ante la Santa Sede. Por la tarde, en el altar de la cátedra de San Pedro, celebrará la misa el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado. El juramento, leído por el capellán, fue repetido por los nuevos reclutas en la versión reducida: "Juro servir fielmente, lealmente y honorablemente, al Pontífice reinante, Francisco y a sus legítimos sucesores, dedicarme con todas las fuerzas, sacrificando, si es necesario, también mi vida en su defensa. Asumo los mismos deberes respecto al Colegio Cardenalico durante la vacante de la sede apostólica. Prometo también al comandante y a los otros superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así juro. Que Dios y nuestros santos patrones me asistan". Entre las condiciones para entrar a formar parte del Cuerpo, es necesario ser católico practicante, ciudadano suizo, gozar de buena salud, reputación impecable, haber recibido la formación del ejército suizo, tener formación profesional, ser hombre y soltero. Para que un guardia suizo se pueda casar debe tener al menos 25 años, haber servido durante al menos 3 años en el Vaticano, comprometerse a servir por lo menos otros tres años y haber alcanzado al menos el rango de cabo y ser menor de 30 años.+