Mons. Collazuol: "Jesús propone la cruz como camino de vida y auténtica felicidad"

  • 16 de abril, 2014
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
El obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, destacó la enseñanza de la escena de Simón de Cirene llevando la cruz de Jesús y caminando junto a Él, al afirmar que "su experiencia puede ayudarnos a vivir la Pascua como encuentro con el Señor que engendra Vida nueva". "?Sígueme?, dice Jesús, tómame como modelo, comparte mi vida y mis opciones, entrega como yo tu vida por amor a Dios y a los hermanos. Nos propone la cruz como camino de vida y de auténtica felicidad, en oposición a los fragmentarios, confusos y contradictorios caminos del pecado, con que tantas veces quiere encandilar el mundo. ?Sígueme?, y tu vida será resurrección pascual", aseguró.
El obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, destacó la enseñanza de la escena de Simón de Cirene llevando la cruz de Jesús y caminando junto a Él, al afirmar que "su experiencia puede ayudarnos a vivir la Pascua como encuentro con el Señor que engendra Vida nueva". El prelado recordó que "cuando aparece inesperadamente un sufrimiento grande en nuestra vida, también nosotros podemos rebelarnos: ?¿por qué a mí?? No percibimos que allí puede manifestarse la cruz salvadora. ¡De cuántas cosas nos quejamos!" "Simón fue forzado a llevar la cruz. A nosotros Jesús nos invita a hacerlo voluntariamente: ?El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga?. Si Simón, obligado, encontró la salvación, ¡cómo no hallará el rostro salvador de Jesús quien lo sigue libre y decididamente, aún en su dolor!", diferenció. "Las cargas de la vida se transforman en cruz salvadora cuando, siguiendo a Jesús, en ellas vivimos la fidelidad plena al Padre, la donación de nosotros mismos en el amor a Dios y al prójimo, y la fuerza salvadora del Espíritu Santo. Si nos falta esta ofrenda interior que brota de la fe, el sufrimiento sigue siendo carga, y no cruz", agregó. El obispo sostuvo que "cuando tomo la cruz, en realidad comienzo a llevar la que antes Jesús cargó por mí; Él hizo suya mi cruz, ahora yo la vuelvo a recibir de sus manos, pero sabiendo que el Señor sigue caminando a mi lado. Percibo su mirada, escucho sus palabras de esperanza que me alientan, descubro su ofrecimiento de gracia. Jesús volverá a recibir de mí la cruz en el Calvario, pero ahora para ser clavado en ella, en un gesto supremo de fidelidad al Padre y de amor a nosotros, y clavar allí mi dolor, mis pecados y mi muerte. Ya no me rebelo por la cruz en mi existencia, porque sé que es la de Jesús, en la cual encuentro el perdón y la Vida". Asimismo, explicó que "el cristiano no busca el sufrimiento por sí mismo, sino el amor, aún en el dolor, o aunque la entrega produzca desgarrones. La cruz acogida se transforma en signo del amor y del don total. Llevarla en pos de Cristo quiere decir unirse a Él en el ofrecimiento, en el Sacrificio". "?Sígueme?, dice Jesús, tómame como modelo, comparte mi vida y mis opciones, entrega como yo tu vida por amor a Dios y a los hermanos. Nos propone la cruz como camino de vida y de auténtica felicidad, en oposición a los fragmentarios, confusos y contradictorios caminos del pecado, con que tantas veces quiere encandilar el mundo. ?Sígueme?, y tu vida será resurrección pascual", aseguró. Por último, monseñor Collazuol deseó "una Santa Pascua del Señor. Que la alegría de la Santísima Madre María junto a su Hijo resucitado inunde también nuestros corazones. Jesús glorioso los colme de bendiciones".+ Texto completo del mensaje pascual