Con la celebración de una Eucaristía de acción de gracias en la iglesia Santa Juana de Arco, de la localidad bonaerense de Ciudadela, el pasado martes 11 de febrero, el instituto secular Oblatas Diocesanas celebró el 60º aniversario de su fundación. En ese mismo lugar, el 11 de febrero de 1954, el presbítero Agustín B. Elizalde, con un grupo de 8 mujeres, dio vida a la versión femenina de los Oblatos Diocesanos, instituto también fundado por el padre Elizalde.
Con la celebración de una Eucaristía de acción de gracias en la iglesia Santa Juana de Arco, de la localidad bonaerense de Ciudadela, el pasado martes 11 de febrero, el instituto secular Oblatas Diocesanas celebró el 60º aniversario de su fundación.
En ese mismo lugar, el 11 de febrero de 1954, el presbítero Agustín B. Elizalde, con un grupo de 8 mujeres, dio vida a la versión femenina de los Oblatos Diocesanos, instituto también fundado por el padre Elizalde.
En la celebración de la Eucaristía las oblatas renovaron sus votos y la promesa "de llegar con la palabra del Evangelio a nuestros hermanos más pobres y abandonados, aun donde no haya sacerdote residente, en cada rincón de nuestra patria".
Actualmente el Instituto Oblatas Diocesanas actúa en las arquidiócesis de Buenos Aires, San Juan, Resistencia y Córdoba, y las diócesis de San Carlos de Bariloche, Puerto Iguazú, Rafaela, San Isidro, Posadas, San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, Formosa, La Rioja, San Martín, San Justo, San Miguel, y Gregorio de Laferrere. Y también en Asunción del Paraguay.
La fundación
La responsable general del Instituto de las Oblatas Diocesanas, Rosa Estela Giachetti, contó a AICA que habiendo fundado en agosto de 1951 el Instituto de los Oblatos Diocesanos, el padre Agustín B. Elizalde comenzó a pensar en la fundación de un Instituto femenino, con las mismas características en lo misionero y el mismo carácter diocesano. Así, creyó el momento oportuno cuando la Iglesia en la Argentina celebrara el Año Mariano en 1954, y el 11 de febrero en la Casa de Ejercicios Espirituales en la ciudad de La Plata, puso los cimientos del nuevo Instituto.
Fueron cuatro las mujeres que componían la comunidad oblatina fundacional: Lía Dufourq (1902?2001) a quien el padre Elizalde había conocido muchos años antes, fue la primera Superiora del flamante Instituto. María Irene Mendoza de 21 años, María Esther Córdoba de 26 años y Martha Gloria Moroni, de 26 años. Con ellas el padre fundador formó el primer Consejo General, cubriendo las distintas responsabilidades para la buena marcha de la naciente comunidad.
El lugar donde la primera comunidad y las que en los primeros meses se acercaron a ver, interesarse, conocer y a querer formar parte en este nuevo estilo de consagración laical fue la casita aledaña al templo parroquial de Santa Juana de Arco, donde el padre Elizalde era el párroco. En esa pequeña casita estuvieron desde el 25 de marzo de 1954 hasta septiembre de ese mismo año que pasaron a ocupar la casa en la que habitan en la actualidad, ya sea en forma temporal o permanente algunas Oblatas. Esta casa está situada en la calle Maipú 4061, en Ciudadela.
Las Oblatas Diocesanas, junto con los Oblatos Diocesanos forman la Familia Oblatina.
Informes: Rosa Estela Giachetti, correo electrónico
rosigiachetti@gmail.com +