"En 1964 había 100 iglesias; hoy solo quedan cinco"

  • 10 de febrero, 2014
  • Túnez (República de Túnez)
"El nuestro es un apostolado de la vida: mostramos a Cristo tratando de vivir según sus enseñanzas", dijo a Fides el arzobispo de Túnez, Mons. Ilario Antoniazzi. No podemos ejercer el apostolado de la palabra, porque el llamado ?modus vivendi?, una especie de pacto firmado con el Estado tunecino después de la independencia, no lo permite". En 1964, de las más de 100 iglesias que poseía la comunidad católica, la mayor parte fue expropiada por el Estado. Hoy tenemos sólo 5 iglesias. No podemos comprar o arrendar edificios o recibir donaciones. Si una congregación cierra una casa no la puede ceder al Arzobispado sino que se convierte en propiedad del Estado".
"Nuestro apostolado es un apostolado de la vida: presentamos a Cristo simplemente tratando de vivir de acuerdo con sus enseñanzas", dijo a la agencia Fides el arzobispo de Túnez, monseñor Ilario Antoniazzi. "De hecho, no podemos ejercer el apostolado de la palabra, porque el llamado ?modus vivendi?, una especie de pacto concordato firmado con el Estado tunecino después de la independencia nacional, no lo permite", dijo monseñor Antoniazzi. "Entre otras cosas, en 1964, de las más de 100 iglesias que hasta entonces poseía la comunidad católica de Túnez, la mayor parte fueron expropiadas por el Estado. Actualmente contamos sólo con 5 iglesias y 8 escuelas católicas", agregó el Arzobispo. "Ni siquiera podemos comprar o arrendar edificios o recibir donaciones. Déjenme darles un ejemplo: si una congregación religiosa decide cerrar un convento en Túnez no lo puede ceder al Arzobispado, sino que se convierte en propiedad del Estado". "Pero esto no nos impide vivir en armonía con el pueblo tunecino", explicó monseñor Antoniazzi. "Nuestra comunidad eclesial se compone principalmente de extranjeros, en su mayoría estudiantes y trabajadores procedentes de África subsahariana. Es un desafío pastoral comprometido porque hemos calculado que cada año se pierden alrededor de un cuarto de los fieles, que regresan a sus países de origen debido a que han finalizado sus estudios o porque ha terminado su contrato de trabajo. Esta pérdida se compensa con un cuarto de los recién llegados. En la práctica, nuestra comunidad se renueva por completo cada cuatro años". "Así que no es fácil hacer una planificación pastoral durante un período de tiempo tan limitado: sembramos, pero no recogemos. Está bien así igualmente. A los fieles que regresan a sus países siempre les digo que no se olviden de lo bueno que Túnez les ha dado, también en el orden espiritual".+