Mons. Zecca: "Los pobres son los primeros que pagan las consecuencias de la devaluación"

  • 5 de febrero, 2014
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, expresó preocupación por la situación económica del país y aseguró que los sectores más pobres y vulnerables son los primeros que pagan las consecuencias de la devaluación" y expresó que teme que la crisis "termine en violencia". En una entrevista con el diario La Gaceta, publicada en la página web del arzobispado, consideró que el Gobierno nacional debería convocar al diálogo para evitar conflictos sociales.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, expresó preocupación por la situación económica del país y aseguró que los sectores más pobres y vulnerables son los primeros que pagan las consecuencias de la devaluación" y expresó que teme que la crisis "termine en violencia". En una entrevista con el diario La Gaceta, publicada en la página web del arzobispado, consideró que el Gobierno nacional debería convocar al diálogo para evitar conflictos sociales. "Si la Presidencia de la Nación realizara una suerte de convocatoria al diálogo para buscar una salida, no habría ningún sector que se niegue a participar y a colaborar, porque estamos todos en el mismo barco. Todos somos conscientes de que a esta crisis la tenemos que sacar a flote entre todos", aseveró. El prelado sostuvo que "la devaluación ha sido tremenda y el traslado a los precios agrava la situación. Esto es alarmante y, lo que más me preocupa, personalmente, es que todo termine en una gran violencia". Monseñor Zecca recordó que en Tucumán, tras los saqueos de diciembre, "hay mucha gente que se hizo de muchas armas de fuego, y no sabemos si los ciudadanos están dispuestos a usar esas armas para defender lo suyo. Esto sería lo más grave". El prelado estimó que los aumentos de precios registrados "no son producto de una simple conspiración", sino que son "un fenómeno esperable" frente a este tipo de medidas cambiarias. "No nos olvidemos que la base de todo es que se ha perdido moneda, y cuando se pierde ese punto de referencia luego se altera toda la economía, que funciona en base a la confianza", indicó. Monseñor Zecca opinó que en un contexto como el actual, donde no hay precios de referencia y la gente dejó de confiar en el modelo económico, y "donde nadie en el fondo sabe decirnos cuánto valen las cosas", se dificultan las negociaciones paritarias. "Los representantes de los trabajadores no saben cuánto se puede pedir de aumento, debido a que no hay claridad. Los sindicalistas con los que hablé dicen que tienen hasta un cargo de conciencia porque deben ser responsables con lo que piden, pero no saben cuánto solicitarán porque tampoco saben cuánto aumentó el costo de vida", graficó. El religioso sostuvo que, de acuerdo a "lo que informa la prensa y lo que opinan los economistas, peronistas y no peronistas, se llega a una conclusión sobre el problema que tenemos y que también lo sabe el ciudadano común, y es que antes con 100 pesos se iba al supermercado y compraba un changuito lleno de mercadería y hoy no le alcanza". Frente a ese panorama, monseñor Zecca hizo un llamado a "solucionar los conflictos en paz, con diálogo, pero respetando la verdad. Es en torno a ese diálogo, que presupone una verdad que compartimos, que debemos lograr un consenso, aún dentro las discrepancias. Ahora si no se respeta la verdad y tenemos un diálogo de sordos, en el que nos echamos la culpa unos a otros, nos bloqueamos el camino de salida". Asimismo, afirmó que la Iglesia está dispuesta a "ayudar en todo lo que sea necesario, en el camino del diálogo, de la pacificación y la solidaridad. La Iglesia siempre oró por los gobernantes y los dirigentes, nunca les rindió culto, y por eso tenemos los mártires que tenemos; nunca se le dijo al emperador que era divino, pero siempre oró por él. La actitud de la Iglesia es de colaboración con éste y todos los gobiernos, con el de ayer, con el de hoy y con el de mañana".+