Mons. Sarlinga exhortó a ser candelas vivientes que iluminen las "tinieblas existenciales"

  • 3 de febrero, 2014
  • Pilar (Buenos Aires)
En el día de la Presentación del Señor, el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, celebró la fiesta de la Candelaria con la comunidad de la parroquia Santa Rosa de Lima, de la localidad de Villa Rosa, a la que invitó a convertirse en candela viviente" que proyecte luz sobre las "tinieblas existenciales" de las personas.
En el día de la Presentación del Señor, la comunidad de la parroquia Santa Rosa de Lima, en Villa Rosa, celebró la fiesta de la Candelaria junto al obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, y el párroco de la comunidad, presbítero José de Estrada. Antes de comenzar la celebración, se bendijeron los cirios o candelas propios de esta conmemoración, y a pesar de que no pudo realizarse la procesión por las condiciones climáticas, la celebración congregó a la comunidad para rezar por los enfermos, los difuntos, la Iglesia y los más necesitados. En la homilía, el obispo recordó que la celebración de la Candelaria data de los albores de la Iglesia en Jerusalén, donde se celebraba el encuentro del Dios hecho niño con el pueblo, representado por el anciano Simeón y la profetisa Ana, símbolos del profetismo y de la piedad de Israel. Monseñor Sarlinga invitó a los presentes a volverse cristianos contemplativos de la Gracia de Dios, que puedan luego "desbordar en un amor activo y eficaz del prójimo". Y así como en la celebración se prendieron las velas, el prelado animó a cada uno de los presentes a volverse "candelas vivientes" que proyecten luz sobre las "tinieblas existenciales" de las personas. "¿Cuáles tinieblas? ?preguntó-. Pienso que las peores tinieblas se adensan en el corazón. Quizá la peor obscuridad es la del mal abandono y la tiniebla del desconsuelo, de la desesperación y de la desesperanza. Podemos quedar sumidos en esa obscuridad, la más densa, la del desánimo, la decepción profunda o la confusión. A ese tipo de obscuridad, la existencial, sólo la Luz de Jesús la puede penetrar. Pidamos hoy que brille la Luz de quien es Luz de Luz, Jesucristo". Monseñor Sarlinga concluyó invitando a reconocerse "deudores" con quienes han perdido las razones de creer y de esperar. "Dejémonos hacer por Jesús creaturas nuevas, en un renovado ?volver a empezar?, hoy, desde esta chispa de eternidad que, aquí y ahora, vivimos en la fe", dijo. Al término de la misa, el obispo y el párroco saludaron uno por uno a los fieles presentes. Numerosos fieles de las comunidades barriales pidieron una visita a sus capillas o centros pastorales, que se planificarán con tiempo para realizarse durante el año.+