En esta época del año, en la que muchos argentinos están disfrutando de vacaciones y gozando del contacto con la naturaleza, el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, en su reflexión semanal, profundiza sobre esa experiencia e invita a vivirla como una "Caricia de Dios", que habla a través de la Creación. "Antes de revelarse al hombre en palabras de verdad, Dios se revela a él mediante el lenguaje universal de la Creación", dice el prelado. Y luego de hablarnos por el "libro de la Creación" se nos revela con su Palabra: la Biblia. Y también "nos habla a través de su familia, que es la Iglesia", en el que sufre? "se nos hace compañero de camino de mil maneras y siempre nos habla de su amor".
En esta época del año, en la que muchos argentinos están disfrutando de vacaciones veraniegas y gozando del contacto con la naturaleza, el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, en su reflexión semanal, profundiza sobre esa experiencia e invita a vivirla como una "Caricia de Dios", que habla a través de la Creación.
"Caminaba a la tarde, temprano, por un sendero que atravesaba un bosquecito de pinos -comienza el obispo su reflexión-, algunos pájaros regalaban un canto simple y el sol se colaba entre las ramas. Me detuve y dejé que el aroma me inundara. Sentí que Dios me hablaba. Es más: sentí que me acariciaba. El primer acercamiento de Dios a nosotros es por medio de la creación. Por eso dice el catecismo que "antes de revelarse al hombre en palabras de verdad, Dios se revela a él mediante el lenguaje universal de la Creación, obra de su Palabra".
El obispo de Gualeguaychú recuerda que conversando con un amigo sacerdote acerca de enseñanzas escritas y transmitidas desde los primeros siglos de la Iglesia, dicen que la encarnación del Hijo de Dios renovó la creación entera, y me decía: "el bosque de pinos ya no es el mismo. Está cargado y penetrado por Dios que se hace presente en el mundo de una manera nueva".
Además de hablarnos por medio del "libro de la creación", Dios se revela en su Palabra, la Biblia. Ahí nos relata su plan de Salvación y Amor para toda la humanidad. Nos muestra su presencia en la historia de Israel, las obras y enseñanzas de Jesús, el Salvador, las misiones de los apóstoles. Nos ilumina en nuestro caminar en la fe.
También Dios nos sigue hablando en su familia, que es la Iglesia. Nos alimenta por medio de los sacramentos, la oración comunitaria, el canto, los gestos de caridad, la catequesis, la misión.
Jesús se quiso hacer presente en los pobres, los enfermos, los pequeños. El papa Francisco, señala monseñor Lozano, nos insiste en que "seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo", teniendo en cuenta las reiteradas enseñanzas evangélicas.
El obispo de Gualeguaychú enumera otros caminos por los cuales Dios llega a nuestro corazón, por ejemplo el arte: la música, la poesía, la pintura y señala que "la belleza es el camino de manifestación de la bondad y la verdad que expresan los anhelos más profundos del espíritu humano".
"Muchos son los caminos. Cada gesto de amor, la sonrisa de un niño o un anciano, unos mates compartidos con amigos, una reunión familiar. Aún en la noche del dolor y el sufrimiento, el hombro y abrazo fraternos son expresión de la ternura de Dios", reflexiona.
"Vuelvo ahora al bosquecito de pinos con el cual comenzaba este relato, concluye el prelado. Allí la brisa suave y tibia competía en enviones con ráfagas más frescas. Cada una queriendo ganar lugar sin violencia. Todos podemos acceder a esta experiencia. Un parque, el atardecer en el río, unos mates con tortas fritas en un día de lluvia, una hermosa canción, un encuentro de familia o amigos. La vida es un hermoso regalo de Dios".
"Él nos ayuda a vencer la soledad o el encierro del egoísmo. Se hace compañero de camino y de mil maneras quiere contarnos de su amor. Abramos los sentidos y el alma a sus caricias y susurros".+
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