El Año de la Fe culminó en San Justo con un llamado vocacional

  • 27 de noviembre, 2013
  • San Justo (Buenos Aires) (AICA)
La diócesis de San Justo concluyó el Año de la Fe con una concentración en la Plaza del Periodista, ubicada a metros de la estación ferroviaria del municipio, en la que se coronó una imagen de la patrona diocesana, la Santísima Virgen María en su advocación de Madre de Dios, y una misa en la Plaza de San Justo. El obispo diocesano, monseñor Baldomero Carlos Martini, realizó "un nuevo llamado vocacional" al convocar a reconocer el llamado a la santidad y la necesaria participación y pertenencia a la Iglesia.
La diócesis de San Justo concluyó el Año de la Fe al que había convocado Benedicto XVI y que prosiguió Francisco con una concentración en la Plaza del Periodista, ubicada a metros de la estación de tren del municipio, en la que se coronó una imagen de la patrona diocesana, la Santísima Virgen María en su advocación de Madre de Dios. El obispo diocesano, monseñor Baldomero Carlos Martini, bendijo la corona y colocarla sobre la cabeza de la sagrada imagen. Tras la lectura del evangelio, monseñor Martini animó a los fieles a hacer profesión de fe, "creyendo y proclamando que María, virgen, llena de gracia, está asunta en el Cielo porque careció de todo pecado, y su seno fue santuario para concebir a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo". Junto con la comunidad, el prelado pidió a la Virgen que la corona que se día se le impuso sea "expresión de respeto y cercanía", a la vez que pidió a María que continúe ofreciendo a Jesús y lo puedan reconocer como único Señor. Palabras de Mons. Martini en la ceremonia de coronación Tras la coronación de la Virgen, los fieles de las parroquias, movimientos y asociaciones partieron en procesión por las calles de la ciudad en compañía del obispo, los sacerdotes, los diáconos y los religiosos hacia la Plaza de San Justo, donde se celebró la misa de clausura del Año de la Fe. En esta ocasión, el obispo agradeció las iniciativas que se desarrollaron a lo largo del tiempo pastoral convocado por el emérito papa Benedicto XVI, que se inició el 12 de octubre de 2012, en homenaje al 50º aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II. Monseñor Martini recordó que la fe es una luz que se ofrece "en un movimiento circular", porque ilumina alrededor e ilumina interiormente: "La luz de la fe ilumina todas nuestras relaciones humanas, que pueden ser vividas en unión con el amor y la ternura de Dios; pero también nos permite reconocer el mal que podemos cometer o los errores en los cuales volvemos a caer". Finalmente, el prelado realizó "un nuevo llamado vocacional" al convocar a los niños y adolescentes, a los jóvenes y adultos, a los abuelos mayores y ancianos a reconocer la "cultura vocacional", es decir, el llamado a la santidad, para que no haya "cristianos sin Iglesia, ni Iglesias sin cristianos". "Es un nuevo llamado a mirar a las familias, no para juzgarlas desde sus debilidades, sino para redescubrir la cultura del acompañamiento; es un nuevo llamado para que el discípulo y la comunidad caminen juntos; es un llamado para que se realce el camino como proyecto de vida unido al servicio emergente de la gracia de Dios, y un nuevo llamado para que la participación y la pertenencia sigan siendo las palabras de Jesucristo que nos desvinculen de una actitud inmadura y particular", afirmó. Finalmente, monseñor Martini aseveró que, al clausurar el Año de la Fe como tiempo pastoral, "no cerramos la fe", y animó a vivir y a hacer lo que reste por delante. "Sigamos respondiendo dócilmente como lo hizo María Virgen ante la voz del arcángel Gabriel: «"Hágase en mí según tu Palabra»" y lo que ella nos pide: "«Hagan todo lo que Él les diga»".+ Texto completo de la homilía de clausura del Año de la Fe [img]http://www.aica.org/subidas/734.jpg[/img]