Mons. Ñáñez consideró "injustificables" los ataques a la Iglesia

  • 25 de noviembre, 2013
  • Córdoba
Al presidir la misa de clausura del Año de la Fe, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, repudió el ataque a la catedral cordobesa perpetrado por un grupo de personas que participaban de una movilización para pedir la derogación de la figura de merodeo en el Código de Faltas. "Una cosa es que en la democracia expresemos con entera libertad de manera individual y colectiva nuestros reclamos y nuestras convicciones, y otra, es que utilicemos eso para agraviar y ofender a los demás", advirtió. "Como sociedad y como Nación, tenemos que saber desaprobar y oponernos a todas esas expresiones de extremismo de derecha y de izquierda que terminan agraviando a la sociedad a determinados sectores y a las personas, con actos que son injustificables", subrayó.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, repudió el ataque a la catedral cordobesa perpetrado por un grupo de personas que participaban de una movilización para pedir la derogación de la figura de merodeo en el Código de Faltas. En la misa por el cierre arquidiocesano del Año de la Fe, el prelado lamentó que el jueves al final de una marcha haya habido "expresiones agraviantes para la Iglesia y que se concretaron en pintadas en la catedral". "Y esto se suma a otros actos que hubo en nuestra Patria, como en la catedral de Buenos Aires y a otras agresiones a iglesias cristianas, católicas y protestantes", señaló. "Una cosa es que en la democracia expresemos con entera libertad de manera individual y colectiva nuestros reclamos y nuestras convicciones, y otra, es que utilicemos eso para agraviar y ofender a los demás", advirtió. El arzobispo cordobés consideró que "como sociedad y como Nación, tenemos que saber desaprobar y oponernos a todas esas expresiones de extremismo de derecha y de izquierda que terminan agraviando a la sociedad a determinados sectores y a las personas, con actos que son injustificables". Monseñor Ñáñez tuvo un especial reconocimiento "a quienes se solidarizaron en ocasión de esas manifestaciones: a nuestros hermanos cristianos no católicos, nuestro agradecimiento por esas expresiones de civilidad". Al referirse al cierre del Año de la Fe, destacó que "el año litúrgico es un espacio de tiempo que nos permite recordar, celebrar la obra reconciliadora y salvadora de Jesús en favor de toda la humanidad". "El Año de la Fe es una oportunidad para tomar conciencia de que se trata de un don de parte del Señor y hay que pedirlo con insistencia como lo hicieron los apóstoles cuando dijeron: ?Señor auméntanos la fe?", sostuvo. "El Año de la Fe una oportunidad para que miremos nuestra propia vida para verla gracia de crecer día a día en coherencia", concluyó.+