Castiñeira de Dios, "poeta católico", inicia nuevo libro a los 93 años

  • 4 de septiembre, 2013
  • Buenos Aires (AICA)
"A mis 93 años me vanaglorio de ser un poeta católico", expresó José María Castiñeira de Dios, académico nacional de Letras y de Periodismo y correspondiente de la Real Academia Española, que fue secretario de Cultura de la Nación y director de la Biblioteca Nacional. El escritor comentó que acaba de publicar su último libro, sobre su vida y sus circunstancias, y anticipó: "Esta semana me sentaré al lado de mi secretaria a dictarle mi siguiente libro, como modo de desafiar el tiempo; en definitiva, es Dios que me impulsa a seguir con mi vocación a los 93 años". Castiñeira de Dios habló al recibir el premio Mons. Miguel de Andrea, que otorga la Federación de Asociaciones Católicas de Empleadas (FACE), en un acto realizado el lunes 2 de septiembre en su sede de Sarmiento 1272, en el marco de la XXV Exposición del Libro Católico.
"A mis 93 años me vanaglorio de ser un poeta católico", expresó José María Castiñeira de Dios, académico nacional de Letras y de Periodismo y correspondiente de la Real Academia Española, que fue secretario de Cultura de la Nación y director de la Biblioteca Nacional. El escritor comentó que acaba de publicar su último libro, sobre su vida y sus circunstancias, y anticipó: "Esta semana me sentaré al lado de mi secretaria a dictarle mi siguiente libro, como modo de desafiar el tiempo; en definitiva, es Dios que me impulsa a seguir con mi vocación a los 93 años". Castiñeira de Dios habló al recibir el premio Monseñor Miguel de Andrea, que otorga la Federación de Asociaciones Católicas de Empleadas (FACE), en un acto realizado el lunes 2 de septiembre en su sede de Sarmiento 1272, en el marco de la XXV Exposición del Libro Católico. "No tengo más que gratitud hacia Dios por haberme dado ese destino de ser poeta", dijo el homenajeado, que ya en 1942, hace más de siete décadas, ganó el Primer Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires con su obra "Del ímpetu dichoso". "Yo no soy más que un poeta", subrayó. "Tuve la suerte de que un día me encontrara con quien iba a despertar el vocaje (sic) ?el llamado, explicitó- a ser un poeta: Leopoldo Marechal. Fue mi maestro de 5º grado en la escuela primaria y a partir de allí, mi maestro toda mi vida hasta que murió". "He publicado muchos libros", reconoció al mirar hacia atrás, y manifestó que toda la obra que ha realizado la hizo "en loor de Nuestra Señora". También rescató como "una de las cosas que hice en mi vida" el haber terminado el edificio de la Biblioteca Nacional (cuya construcción se extendió a lo largo de varias décadas). "Soy muy feliz, tengo una familia excepcional", afirmó el premiado, a quien acompañaban su hija y un nieto. "No he tenido tristezas en mi vida ?dijo-, he caminado sobre carbones ardiendo y sin embargo, no me he quemado la planta de los pies". Castiñeira de Dios dijo que había conocido a monseñor de Andrea cuando tenía 20 años. Apuntó que discutían muchas cosas, y que en otras, le pareció que la obra en que estaba empeñado era "fundamental, trascendente". Y dijo que le alegra ahora comprobar que esa obra de las empleadas católicas se ha consolidado. "Les pido que persistan en esto ?les dijo a sus autoridades-. Siempre está Dios dándonos la mano", concluyó. El premio le fue entregado por el director de la Exposición del Libro Católico, Manuel Outeda Blanco. En esta entidad, Castiñeira de Dios integra el jurado que cada año discierne la Faja de Honor Padre Leonardo Castellani a obras literarias. Otros premiados En el mismo acto la FACE entregó otras distinciones a personas e instituciones cuya labor científica, técnica, cultural, social y humana constituya un ejemplo y exprese el espíritu del lema episcopal del obispo de Temnos: In charitate et iustitia, pax (La paz se alcanza con la caridad y la justicia). Uno de los premios fue para el programa "Claves para un Mundo Mejor", que se emite por América TV y el canal Santa María. Un programa que hace 24 años conduce el periodista Héctor "Tito" Garabal. Su objetivo es mostrar gestos solidarios, acciones positivas, testimonios de vida y el trabajo cotidiano "de la gente a favor de la gente". "Claves se hace con mucho esfuerzo ?dijo Tito Garabal, al agradecer-. Nunca sabemos cómo llegamos a fin de mes". Otro premio fue para la "Noche de la caridad", de la parroquia Nuestra Señora de Loreto, en la que decenas de voluntarios entregan comida y atención personal a muchísimas personas en situación de calle. "Es la Iglesia que sale a la calle", dijo uno de sus integrantes. E indicó "No les damos sólo esa comida, nos damos", al señalar que procuran atender problemas de documentación, enfermedades, soledad, y recomponer vínculos personales. La hermana Juliana Mosquera, de la congregación de Hermanas del Niño Jesús, fue distinguida por su labor en el Hogar San José, que ayuda a los más pobres y necesitados, muchos en situación de calle. "Agradecemos sus palabras, sus gestos, porque ellos son el motor que nos lleva a Dios, porque cada uno nos lleva a descubrir facetas del Dios viviente", dijo al agradecer. La religiosa, de 88 años, agradeció al Señor que la hubiera llamado a formar parte de su congregación y pidió que "María, nuestra Madre, nos bendiga". También fue premiado el Servicio Sacerdotal de Urgencia de la ciudad de Buenos Aires. El presbítero José San Martín, capellán de FACE, expresó que "cuando los médicos dicen que no hay más que hacer, allí el sacerdote tiene mucho que hacer", al elogiar ese servicio que se brinda diariamente entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana. El sacerdote se permitió glosar en lenguaje común la carta del apóstol Santiago: "Cuando las papas queman, llamen a los presbíteros de la Iglesia, para que los consuelen, para que les den ayuda espiritual, para que los acerquen a Dios". En el acto se entonó el Himno Nacional, iniciado por el tenor Horacio Badano; hubo un recital musical y habló la presidenta de FACE, Haydée Basail de Heredia, quien destacó la impronta de entrega, amor al otro y voluntad de servicio que dejó con su vida monseñor de Andrea. Entre el público se encontraban, entre otros, el presbítero Joaquín Arrieta, párroco de Nuestra Señora de Loreto; el sacerdote jesuita Diego Parés, vinculado al Hogar San José; la doctora Emilia Bouzón de Terzano, presidenta del Secretariado de Ayuda Cristiana a las Cárceles; la doctora Vilma Nora Alí, funcionaria de carrera de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, y la periodista Francesca Ambrogetti, coautora de un libro biográfico del cardenal Jorge Mario Bergoglio, traducido actualmente a más de veinte idiomas. (Jorge Rouillon)+