Mons. Torrado Mosconi, sobre las festividades populares: "Hay que evangelizar profundamente"

  • 3 de septiembre, 2013
  • Sacha Pozo (Santiago del Estero)
El obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, visitó la localidad de Sacha Pozo, a 42 kilómetros de la capital provincial, a fin de presidir la festividad popular de San Gil, o san Egidio, un monje patrono de los mendigos, pastores y enfermos de cáncer. Con ocasión de la fiesta, celebró misa y brindó su parecer sobre esta masiva manifestación de piedad religiosa, con más de 100 años de tradición en la provincia.
El obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, visitó el predio de Sacha Pozo, a 42 kilómetros de la capital provincial, a fin de acompañar la festividad popular de San Gil, o san Egidio, un monje de los mendigos, pastores y enfermos de cáncer. Con ocasión de la fiesta, celebró misa y brindó su parecer sobre esta masiva manifestación de piedad religiosa, con más de 100 años de tradición en la provincia. "San Gil es una expresión más de las muchas que tenemos en Santiago del Estero, donde se muestran los valores de la profunda religiosidad de nuestro pueblo y me parece fundamental estar presente y hacer un acompañamiento a estas expresiones de fe, para que los hermanos nuestros aquí presentes puedan sentir nuestra bendición, que tienen la protección de Dios", expresó el obispo auxiliar. El obispo, además, agregó que el estar presente con los sacerdotes de la Iglesia sirve "para encauzar a los fieles", y que estas manifestaciones no pierdan su sentido religioso más profundo. "Queremos que todo pueda transcurrir en paz y en armonía, y que todos los que venimos a esta fiesta podamos volver con el corazón lleno de alegría, de gozo, pero sobre todo lleno de Dios". Monseñor Torrado Mosconi también compartió una reflexión sobre la posición de la Iglesia ante estas devociones que tienen origen y difusión desde la feligresía; "Hace falta asumir formalmente, desde la Iglesia, estas expresiones religiosas e infundir todo lo bueno que tiene e implica esta tradición, purificarla de algunos errores que a veces puede haber en las modalidades de expresar la alegría de la fiesta y abrirla al sentido más profundo, que es el sentido de la fe". "Yo creo que en la medida en que se evangelice profundamente la celebración, ya eso será motivo de que se encauce. No se trata de quitar los elementos tradicionales que tiene, que son muchos y además muy buenos, sino más bien de evangelizar, catequizar, para que la gente sepa a qué viene, quién fue san Gil, qué hizo, qué se celebra y demás".+