Francisco llamó a los voluntarios a ser siempre generosos con Dios y con los otros

  • 29 de julio, 2013
  • Especial de AICA - Río de Janeiro, Brasil
El Santo Padre dedicó un encuentro exclusivo de casi media hora para despedirse de los voluntarios que trabajaron en la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013. Les agradeció el trabajo realizado, y lo comparó con el de san Juan Bautista, ya que fueron "preparando el camino" para la venida de los cientos de miles de jóvenes a esta ciudad. También los animó a rebelarse contra la "cultura de lo provisional" y los alentó a rezar para conocer qué desea Dios para sus vidas.
En uno de sus últimos actos en Brasil, el Santo Padre dedicó un encuentro exclusivo de casi media hora para despedirse de los voluntarios que trabajaron en la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013. El encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Río Centro, un predio ferial con capacidad para 40.000 personas, en la zona de Tijuca. El presbítero Ramón Nascimento, responsable del sector Voluntarios, hizo el saludo inicial e introdujo a los dos voluntarios que intervinieron posteriormente. El primero, Pedro Sultano, agradeció al Papa su visita y en nombre de todos los voluntarios se comprometió a mantener en el futuro el espíritu de servicio y el testimonio de fe vivido. Recordando el día de la elección de Francisco, en el que el Papa pidió la oración del pueblo por el Pastor, invitó a los presentes a un breve momento de oración por el Papa. Al acabar su intervención, le regaló una credencial y una camiseta de las que utilizaban los voluntarios durante la JMJ. La otra intervención correspondió a Victoria Catarina, voluntaria polaca, que le aseguró las oraciones de todos y le agradeció haber optado por su país natal para la próxima JMJ, que tendrá lugar en Cracovia, en 2016. Luego, le regaló también una camiseta de deporte con el nombre de Francisco escrito en polaco. En su intervención, el Santo Padre comenzó agradeciendo "a cada uno" el servicio realizado en los últimos días y, en particular, "tantos pequeños gestos que han hecho de esta Jornada Mundial de la Juventud una experiencia inolvidable de fe". Les dijo también: "Con la sonrisa de cada uno de ustedes, con su amabilidad, con su disponibilidad para el servicio, han demostrado que hay más dicha en dar que en recibir". Comparando el trabajo de los voluntarios al de san Juan Bautista, "que preparó el camino a Jesús", Francisco explicó que ese "es el servicio más bonito que podemos realizar como discípulos misioneros" y los invitó a ser "siempre generosos con Dios y con los otros", añadiendo que de ese modo "no se pierde nada, y en cambio, es grande la riqueza de vida que se recibe". Glosando esta generosidad, Francisco recordó a los voluntarios que "Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo". Comentando la vocación matrimonial, dijo: "Hay quien dice que hoy el matrimonio está ?pasado de moda?; y preguntó a los presentes: "¿Está pasado de moda?" A lo que los jóvenes gritaron al unísono un fuerte "¡No!". También los desafió a hacer frente a una "cultura de lo provisional, de lo relativo", que no se atreve a "comprometerse para toda la vida. Les pidió que sean "revolucionarios", arrancando así un gran aplauso entre los jóvenes. "Vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a ir contracorriente. Atrévanse a ser felices", apuntó. Para quienes se sienten llamados a la vida consagrada, les recordó cómo descubrió su vocación, y les dijo: "¡No tengan miedo a lo que Dios pide! Vale la pena decir ?sí? a Dios. ¡En Él está la alegría!". El Papa concluyó rezando un Avemaría junto a los jóvenes voluntarios y les dio la bendición. Cuando parecía acabado el acto, el Papa pidió el micrófono de nuevo y en español, renovó su petición: "Recen por mi". Al salir del predio ferial, saludaba con una mano a los jóvenes, mientras con la otra llevaba su maletín personal.+ Texto completo del discurso del Papa a los voluntarios