Francisco deja un mandato a los jóvenes: "Vayan sin miedo a servir"

  • 28 de julio, 2013
  • Río de Janeiro (Brasil)
El papa Francisco presidió en la mañana del domingo 28 de julio la misa de envío misionero y clausura de la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013 en las playas de Copacabana, donde los convocó a salir sin miedo a vivir el Evangelio y esparcirlo "en especial a aquellas personas que parecen más distantes". Les propuso meditar el evangelio dominical en tres momentos: "¡Vayan!", "Sin miedo" y "Para servir". Les indicó: "El evangelio es para todos, y no apenas para algunos o aquellos que parecen los más próximos, los más abiertos o los más receptivos. ¡No tengan miedo de llevar a Jesucristo a todas las periferias existenciales". Anunció que la próxima JMJ será en Cracovia, Polonia, en 2016.
El papa Francisco presidió en la mañana del domingo 28 de julio la misa de envío misionero y clausura de la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013 en las playas de Copacabana, a espaldas del morro de Leme, donde los convocó a salir sin miedo a vivir el Evangelio y esparcirlo "en especial a aquellas personas que parecen más distantes". Antes, el arzobispo de Río, monseñor Orani Tempesta, recordó que no se trataba "de una despedida", sino de una "partida en misión". Con el himno de la JMJ ejecutado por enésima vez, a las 10.07 el Papa ingresó al escenario central montado en Copacabana, a espaldas del morro de Leme. Allí, el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta, agradeció la visita del papa Francisco, su presencia de pastor entre los jóvenes, así como su regreso a Latinoamérica como primer pontífice de esta tierra en la historia". Alrededor de las 10.30 comenzó la celebración eucarística presidida por el Santo Padre y concelebrada por cientos de obispos y sacerdotes. Los jóvenes entraron en clima de recogimiento y plegaron sus banderas. Después de las lecturas dominicales, Francisco los invitó a reflexionar a través de tres momentos: "Vayan", "Sin miedo" y "Para servir".Vayan!, la experiencia de este encuentro no puede quedarse sólo en la parroquia o la comunidad de ustedes; sería como cortarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es como una llama, que todos deben conocer para amar y profesar que Jesucristo es el Señor". Después, les recordó que compartir y anunciar el Evangelio "es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia", y también a cada uno de ellos. "Es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino que Jesús ha venido antes a nosotros y se nos dio. ¡No nos dio algo de sí, sino se nos dio todo! Dio su vida para salvarnos y darnos la misericordia de Dios". "¿Para dónde nos manda?", preguntó. "¡No hay fronteras ni límites! El Evangelio es para todos y no apenas para algunos o para aquellos que parecen los más próximos, los más abiertos o los más receptivos. ¡No tengan miedo de llevar a Jesucristo a todas las periferias existenciales, en especial a aquellas que parecen más distantes! El Señor quiere que todos sientan el calor de su afecto", manifestó con contundencia. El pontífice argentino también se refirió a la misión continental que se ha emprendido en América Latina como propuesta pastoral emanada de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en 2007. "Este continente recibió el anuncio del Evangelio y dio mucho fruto ?dijo?. Ahora este Evangelio es recibido por ustedes. La Iglesia necesita de ustedes, de su alegría y de la creatividad que los caracteriza. ¿Saben cuál es el mejor instrumento para la evangelización de un joven?, ¡Otro joven! Este es el camino por recorrer". Al referirse al momento del "Sin miedo", expresó: "Puede que alguno piense que no tiene ninguna preparación especial. Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, cuando fue llamado por Dios para ser profeta. También les dice a ustedes: ¡No les tengas miedo, que yo estoy contigo para liberarte! Cuando vamos a anunciar a Cristo, es Él mismo quien nos guía. Él nos dijo que está con nosotros todos los días. ¡Y es Verdad, todos los días! No deja solo a nadie". También subrayó que la misión es en comunidad: "Jesús no dijo ?Andá?, sino ?¡Vayan juntos!?, y entonces somos fuertes y recibimos el envío". Dedicó también palabras a los obispos, a quienes pidió seguir acompañando "con generosidad y alegría" el compromiso y necesidades pastorales de los jóvenes. También destacó la labor de los grupos de pastoral juvenil y a los movimientos y nuevas comunidades: "¡Son tan creativos y audaces! ¡Sigan adelante y no tengan miedo!". Luego del Ángelus dominical, que suele rezar desde el balcón de los apartamentos vaticanos, en Roma, dio el anuncio de la próxima sede de la JMJ ?Cracovia, Polonia, en 2016- y la bendición.+ Texto completo de la homilía