Mensaje a las familias de la Argentina
Cevilaf - Mensajes - Mensaje dela Secretariado Nacional para la Pastoral Familiar, perteneciente a la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos, la Familia y la Juventud (Cevilaf) a las familias (15 de octubre de 2025)
Queridas familias argentinas.
En medio de tiempos complejos, donde la incertidumbre y las dificultades parecen tocar cada hogar de nuestro país, queremos enviarles un mensaje de profunda esperanza y renovada solidaridad.
El Papa Francisco nos recuerda que "la esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna" (FT. 55). Hoy más que nunca, necesitamos esa esperanza que no se resigna, que se levanta cada mañana con fe en el futuro y en el poder transformador del amor familiar, recordando que la esperanza del cristiano surge de una certeza: Jesús resucitado y vivo, caminando junto a nosotros.
La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos. En este contexto social, donde muchos sufren el peso de la desigualdad, la falta de oportunidades o el desarraigo, es fundamental que nos abracemos como comunidad, que no dejemos a nadie solo.
El Papa León XIV, en el Jubileo de las Familias, nos animó con estas palabras que hoy resuenan con fuerza: "Que la fe, la esperanza y la caridad crezcan siempre en nuestras familias. Estoy contento de acoger a tantos niños, que reavivan nuestra esperanza. Saludo a todas las familias, pequeñas iglesias domésticas, en las que el Evangelio es acogido y transmitido." (01/06/2025)
La solidaridad no es solo una palabra: es un gesto, una acción concreta. Es tender la mano al vecino, es compartir lo que tenemos, es mirar al otro con compasión y dignidad. El Papa Francisco, en tiempos de pandemia nos mostró con claridad que "todos estamos vinculados, los unos con los otros; nadie se salva solo" (Audiencia General, 2 de septiembre de 2020). Esta interdependencia no es una carga, sino un llamado a la fraternidad: aprender a cuidarnos mutuamente, empezando por nuestros hogares, y en Argentina, tierra de encuentros y resiliencia, sabemos que juntos podemos construir caminos nuevos.
A las madres, padres, abuelos, jóvenes, niñas y niños: no perdamos la fe. Que cada mesa compartida, cada abrazo sincero, cada esfuerzo cotidiano sea semilla de esperanza. Que el amor que nace en el hogar se multiplique en la sociedad.
Con el corazón abierto y la mirada puesta en el bien común, sigamos caminando; porque aún en la noche más oscura, en nuestro interior hay una luz que no se apaga: la que nace del amor de Jesús y la fraternidad de los hermanos, inspirados por la Sagrada Familia, que de la mano de San José siempre encontró su camino y se mantuvo a salvo.
Que Jesús, María y José, la Sagrada Familia de Nazaret, nos acompañen en este camino de amor y solidaridad.
Secretariado Nacional para la Pastoral Familiar
Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos, la Familia y la Juventud
Conferencia Episcopal Argentina