Originales y no copias
GIOBANDO, Ernesto SJ (Jesuita) - Homilías - Invocación religiosa de monseñor Ernesto Giobando SJ, administrador apostólico de Mar del Plata, por el 208° aniversario de la declaración de la independencia (Acto oficial de la Municipalidad de General Pueyrredón, 9 de julio de 2024)
Como sabemos por la historia, el acta original de la declaración de la Independencia, fechada en San Miguel del Tucumán el 9 de julio de 1816 se perdió o la hicieron desaparecer, queda una copia de la misma fechada a fines de julio de ese año y se han encontrado algunas copias del original. Hemos tenido que luchar siempre en nuestra querida y amada patria por querer ser fieles al original, como nos soñaron los que forjaron nuestra nación, muchos de ellos verdaderos héroes que murieron con muy pocas pertenencias, pero llenos de valentía y ardiente esperanza, con un horizonte tan ancho y profundo como este océano. Corremos el riesgo de quedarnos con una copia del original.
Pero hoy hay quienes seguimos luchando por la paz, el orden, la justicia, el bienestar general y la protección de la vida y las libertades de todos los habitantes.
Muchos de ellos, los más pobres, pelean con escasos o ningún recurso. Los millones de jubilados que no tienen para llegar a fin de mes y viven de prestado. Las madres abanderadas que cocinan para cientos de chicos y familias que acuden a sus ollas más llenas de amor que de comida. Los industriales y gerentes de empresas que pierden ganancias para mantener puestos de trabajo. Trabajadores y trabajadoras que se levantan todos los días para luchar y llevar el sustento a sus hogares. Dirigentes y políticos que trabajan para que haya leyes más justas y una distribución más equitativa. Y de los cientos de miles de docentes, empleados de la salud, de la seguridad y fuerzas armadas, como así de los profesionales que ponen por delante su vocación más que su salario. Éstos son los que firman cada día el acta original de nuestra independencia, para ellos no hay copias, no hay arreglos.
Nosotros (porque todos somos hermanos y no enemigos) en este día queremos poner por delante los tres principios que guiaron a los hombres de la Independencia:
“Los representantes…consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, pueblos representados y posteridad”.
Rogando a Dios, fuente de toda razón y justicia rezamos juntos la oración que nos enseñó Jesucristo:
Padre nuestro.
Un Avemaría a la Virgen de Itatí, cuya fiesta hoy celebramos.
Mons. Ernesto Giobando SJ, administrador apostólico de Mar del Plata