El arzobispo de Córdoba afirma que en la situación actual se necesita el auxilio del Espíritu Santo, "alivio del dolor, refugio en la fragilidad, seguridad en medio de la precariedad e incertidumbre".
En la vigilia de Pentecostés, el arzobispo de La Plata aseguró que "aun en estos tiempos difíciles, el Espíritu Santo puede derramarse y hacer maravillas".
"La Iglesia en salida, hospital de campaña, casa de los hijos, es la Iglesia habitada por el Espíritu Santo que la lleva más allá de cualquier forma de anquilosamiento", afirmó el arzobispo de Mendoza
En la solemnidad de Pentecostés, Francisco rezó por última vez en el año el Regina Coeli y animó a recibir al Espíritu Santo, el "viento fuerte y libre" que "cambia el corazón".