El obispo de Mar del Plata dijo que esa inversión se relaciona con los "valores del Reino que nos desafían en la verdad, la justicia, la auténtica religiosidad, el perdón, el compromiso y el diálogo".
"Es una superación del simplismo y el automatismo en la vida de fe. Es necesario para una espiritualidad madura y libre, que supere todo moralismo o mentalidad mágica", dijo el obispo de Mar del Plata
"Dar fruto es escuchar lo que la Palabra de forma particular tiene para decirnos hoy a todos y cada uno", aseguró el obispo de Mar del Plata.
El obispo de Mar del Plata afirmó que "esas dos virtudes ni siquiera son valoradas, sino que se impone lo contrario: impaciencia y soberbia", e instó a ser "pacientes y humildes" como Jesús.