"Gracias por estos seis años de ministerio pastoral que nos permitió vivir juntos a lo largo y lo ancho de todo el territorio diocesano. Los voy a extrañar mucho", expresó durante la homilía.
El administrador diocesano de Mar del Plata dijo que en diversas circunstancias "quedamos asociados misteriosamente a la cruz de Jesús y debemos aprender a vivir con fe esta cercanía e identificación.
El administrador diocesano de Mar del Plata animó, "ante el silencio o el aparente silencio de Dios, a insistir, ser perseverantes en nuestro ruego, súplica e intercesión, como la mujer cananea".
La misión, que se llevó a cabo con el lema "Primavera Sagrada, creando un cielo en la tierra", fue realizada por unos 35 jóvenes universitarios de la Juventud de Schoenstatt de Mar del Plata.