El Vaticano destaca, como objetivos de esas jornadas, "escuchar y valorar la experiencia sinodal" que viven los sacerdotes "en sus respectivas parroquias y diócesis".
Los purpurados y el pontífice estuvieron reunidos dos días en la Casa Santa Marta y escucharon los aportes de una religiosa, una laica consagrada y un obispo anglicano.
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida evaluó como un "atraso cultural" e indicativo de "una concepción individualista de la vida" la votación del Parlamento Europeo.
El histórico suceso tuvo lugar el 14 de abril de 1984 y fue el germen de las futuras Jornadas Mundiales de la Juventud.