"Los conocidos y los anónimos; los veneramos en santuarios, capillas pequeñas o altares domésticos; y los que el Papa llama 'los santos de la puerta de al lado'", especificó el arzobispo de San Juan.
"Solo a través de la fraternidad podemos reconstruir un futuro, una convivencia que mejorará notablemente nuestra vida y hará posible que los bienes puedan llegar a todos", aseguró el obispo.
El arzobispo emérito de Corrientes afirmó que "es un mandamiento casi temido por los más responsables", porque "sus exigencias causan una situación de honda transformación, una verdadera revolución".
El obispo de Villa María invitó a aprender no solo de la actitud de Jesús para dejar de lado la selectividad, sino también de la actitud del ciego que deja su manto para seguirlo.