Mons. Rodríguez se despidió de La Rioja
- 28 de agosto, 2013
- La Rioja (AICA)
El obispo emérito de La Rioja envió una carta a los fieles para agradecer el apoyo a su labor. Destacó que persiguió facilitar el encuentro del pueblo cristiano con el rostro de Jesús, llevando la piedad popular de la "fe homenaje" a la "fe encuentro", y confesó su afán por cooperar con la unidad de la comunidad eclesial. Se mostró confiado en que su sucesor, monseñor Marcelo Colombo ?que asumirá el 7 de septiembre- pueda "guiar, enseñar y santificar el noble pueblo riojano". También se disculpó por las "actitudes, omisiones u ofensas" que pueda haber cometido.
El ahora obispo emérito, que renunció al cumplir 75 años y dejará la diócesis en manos de monseñor Marcelo Daniel Colombo el próximo 7 de septiembre, agradeció el apoyo a su labor y pidió perdón por las omisiones u ofensas que podría haber cometido. Destacó que sus preocupaciones por llevar a la Iglesia diocesana hacia la contemplación de Cristo y la unidad en la diversidad.
El prelado explicó que su tarea persiguió "que toda la Iglesia de Dios pueda ser un auténtico testimonio en el acontecer del mundo de hoy y fuera también una respuesta profunda a los desafíos presentes", y valorando la piedad popular del pueblo, reconoció su intención de llevar la "fe homenaje" hacia la "fe encuentro".
"Un encuentro profundo con Jesucristo, que es capaz de trasformar siempre un corazón de piedra en un corazón de carne? Es precisamente esa actitud la que debía impulsar toda acción pastoral, toda proyección de la Iglesia en el mundo, en el cual se inserta vitalmente. Con ese espíritu transitamos estos siete años juntos, y las celebraciones festivas que el mismo Pueblo de Dios tiene muy arraigado en su cultura de todos los tiempos son las manifestaciones más espontáneas de la alegría de vivir su fe y que experimenté en tantos lugares de La Rioja profunda", señaló en su misiva.
Por otra parte, monseñor Rodríguez reconoció que la Iglesia en La Rioja requería un "ardiente empeño" por la unidad. en el seno de la misma Iglesia y en consecuencia, en el seno de la comunidad toda. "Fue necesario, entonces, contribuir a la «cultura del encuentro» donde la búsqueda de la unidad y un diálogo sereno y maduro lleven a superar el conflicto de distancias y heridas profundas", añadió.
El dignatario eclesial se mostró esperanzado de que el nuevo obispo, monseñor Marcelo Colombo, pueda "guiar, enseñar y santificar el noble pueblo riojano".
"Agradezco todas las manifestaciones de afecto y compromiso recibidas a lo largo de estos siete años, el acompañamiento del clero, de los religiosos y religiosas y de todos los fieles laicos, que desde las diversas comunidades, amaron y siguieron construyendo la Iglesia riojana, fecundada con la fidelidad de tantos y con especial memoria de aquéllos que ofrendaron sus vidas por el Evangelio y que regaron con su sangre este suelo bendito", concluyó el obispo, pidiendo "la misericordia del Padre" y de los fieles por "actitudes, omisiones u ofensas" que pueda haber cometido.+