Mons. García Cuerva sugirió hacerlo en las parroquias y propuso también releer el Evangelio, dejarse "cuestionar por Jesús y entonces, iluminados por su Palabra, generar los cambios que se necesiten".
Una procesión partió de la parroquia Virgen de Caacupé y recorrió las avenidas Rivadavia, Gaona y Díaz Vélez hasta el santuario de la Virgen de los Dolores, donde Mons. García Cuerva presidió la misa.
La decisión fue adoptada por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, en vista al fallecimiento de su antiguo director Miguel Woites.
El arzobispo de Buenos Aires pidió que el Señor renueve el bautismo y que "seamos otros Cristos en el mundo y entre todos, entonces, construyamos un mundo más justo y más fraterno".