En su homilía para la solemnidad de Pentecostés, el Papa reflexionó sobre cómo el Espíritu Santo, operando en la Iglesia con poder y dulzura, nunca nos deja solos.
En sus palabras durante el rezo de la oración mariana, en la solemnidad de Pentecostés, el Papa insta a los fieles a preguntarse qué tan bien escuchamos al Espíritu Santo.
El Papa dice que detenerse ante las tumbas de los mártires nos hace crecer con su "ejemplo valiente y actual"; e invita a rezar por tantas personas cristianas que hoy sufren persecución.
Fue en el mensaje enviado a la Conferencia internacional sobre Deporte y Espiritualidad, en el que el Papa reitera también su convicción de que el espíritu amateur nunca debe faltar en ese ámbito.