Francisco invitó a los fieles a vivir una Semana Santa llevando no solo su propia cruz, sino también la de quienes sufren alrededor. El pontífice participó de la celebración eucarística.
El decreto del Dicasterio para el Clero, aprobado por el Papa, introduce normas más claras para garantizar la transparencia, la equidad, la rectitud y el respeto de la voluntad de los fieles.