El cardenal Konrad Krajewski condujo durante 3.300 kilómetros por la nieve hasta Zaporiyia para entregar cuatro ambulancias donadas por el Papa y distribuir alimentos a la "atormentada Ucrania".
El derrumbe del techo del local dejó un saldo de 98 personas muertas y otras 160 heridas. Los obispos exhortan a las instituciones y propietarios a garantizar la seguridad de los espacios.