Sábado 23 de noviembre de 2024

Murió el cardenal cubano Jaime Ortega y Alamino

  • 26 de julio, 2019
  • La Habana (Cuba)
El cardenal Jaime Ortega y Alamino, arzobispo emérito de La Habana, murió el 26 de julio a los 82 años en su residencia de la capital cubana, confirmó la Conferencia de Obispos de Cuba en su página web. El purpurado fue clave en el deshielo de las relaciones de su país con los Estados Unidos y fue el encargado de recibir a los tres papas que visitaron la isla: Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015).
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El cardenal Jaime Ortega y Alamino, arzobispo emérito de La Habana, murió el 26 de julio a los 82 años en su residencia de la capital cubana, confirmó la Conferencia de Obispos de Cuba en su página web.

En un mensaje de despedida, el actual arzobispo de La Habana, monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, afirma: "El cardenal Jaime ha fallecido y al comenzar a sentir su ausencia física reviven, junto al afecto agradecido, los recuerdos de su calidad personal y su infatigable celo pastoral".

El prelado recuerda que "este tesoro lo llevamos en vasos de barro" y "Te basta mi gracia" fueron sus lemas de ordenación sacerdotal y episcopal, respectivamente.

"Ambos lemas, además de innumerables acciones y obras pastorales, nos permiten acercarnos a la semblanza espiritual del pastor cuya ausencia hoy padecemos", agrega.

"No es oportuno, ni posible dada la naturaleza de esta nota, abarcar la obra fecunda de sus años sacerdotales en la diócesis de Matanzas y como obispo en la diócesis de Pinar del Río y en la arquidiócesis de La Habana", expresa.

Monseñor García Rodríguez sostiene que "al pensar hoy con cariño y gratitud en el cardenal Jaime nos anima saber que él permanecerá entre nosotros acompañándonos con el recuerdo de su amable sonrisa, su inteligencia clarividente y el testimonio de un sacerdocio entregado en ocasiones sufrido".

"A quienes fuimos sus amigos y a los fieles en las tres diócesis en las que ejerció su ministerio nos consuela la promesa del Señor, que se hace particularmente real y cumplida en el cardenal Jaime: ?La vida de los justos está en las manos del Señor? y ?Descansarán de sus fatigas porque sus obras lo acompañarán?", concluye.



El cardenal Ortega y Alamino nació el 18 de octubre de 1936 en la localidad de Jagüey Grande, Matanzas, estudió teología en el seminario de San Alberto Magno, de esa provincia y en el seminario de Sacerdotes de las Misiones Extranjeras de Québec, en Canadá.

Fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1964. El ministerio del joven sacerdote Ortega se vio interrumpido un año después, al ser internado en uno de los campos de trabajo de las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) que el Gobierno cubano mantuvo hasta 1968, donde eran recluidos básicamente jóvenes que se negaban a cumplir el servicio militar obligatorio.

En diciembre de 1978, Ortega fue designado obispo de Pinar del Río y el 20 de noviembre de 1981 promovido como arzobispo de San Cristóbal de La Habana.

El purpurado presidió la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, de 1988 a 1999, y participó en dos cónclaves, en los que se eligieron a Benedicto XVI, en 2005, y a Francisco, en 2013.

En 2011, presentó su renuncia al Papa como arzobispo de La Habana, al cumplir 75 años, la edad preceptiva que establece la legislación canónica, pero no le fue aceptada.

Su largo servicio episcopal le permitió consagrar a cinco obispos, ordenar a 43 sacerdotes y lograr los permisos y la financiación para construir un nuevo seminario para la Iglesia cubana.

Su compromiso con Cuba lo llevó a apoyar los esfuerzos migratorios a favor de la reunificación de familias cubanas, a interceder por la liberación de presos políticos, y a mediar para un mejor entendimiento entre los gobiernos de Estados Unidos y de su país.

Asimismo, fue el encargado de recibir a los tres papas que visitaron la isla: Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015).

En la Curia romana formó parte de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Fue autor del libro "Te basta mi gracia", doctor "honoris causa" por varias universidades y recibió la Orden de Isabel la Católica, que le concedió el Gobierno de España en 2011.+