Papa Francisco: "El amor de Jesús es la fuerza que transforma el corazón"
- 19 de mayo, 2019
- Ciudad del Vaticano
"Al darnos Jesús el nuevo mandamiento, nos pide que nos amemos no solo y no tanto con nuestro amor, sino con el suyo, que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones si lo invocamos con fe", explicó el papa Francisco durante el rezo del Regina Coeli. Reflexionando sobre el texto del Evangelio del día, quinto domingo de Pascua, que narra "las palabras que Jesús dirigió a sus discípulos antes de su pasión".
En esas palabras, Jesús les dice: "Les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como yo los he amado: ámense así unos a otros". ¿En qué sentido llama Jesús este mandamiento "nuevo"? El Papa recuerda que el amor al prójimo es un precepto que ya está presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
¿Cuál es la novedad de este mandamiento que Jesús confía a sus discípulos antes de dejar este mundo?, se preguntó el Papa. "El antiguo mandamiento del amor se ha vuelto nuevo porque se completó con esta adición: ?como yo los he amado?. La novedad está en el amor de Jesucristo, quien dio su vida por nosotros".
Francisco subraya las implicaciones del contexto: "En ese momento de extrema caída y abandono al Padre, el Hijo de Dios mostró y dio al mundo la plenitud del amor. Reflexionando sobre la pasión y agonía de Cristo, los discípulos entendieron el significado de esas palabras suyas: "como yo los he amado, ámense así unos a otros". "Al darnos el nuevo mandamiento, nos pide que nos amemos no solo y no tanto con nuestro amor, sino con el suyo, que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones si lo invocamos con fe".
La fuerza del amor de Dios
"De esta manera, y solo de esta manera, podemos amarnos unos a otros no solo como nos amamos a nosotros mismos, sino como Él nos amó, eso es muchísimo más. Dios nos ama mucho más de lo que nos amamos a nosotros mismos". Y aquí radica la novedad de esta praxis de Jesús: "Este amor nos hace nuevos hombres, hermanos y hermanas en el Señor, y nos hace el nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, en la que todos estamos llamados a amar a Cristo y en Él a amarnos unos a otros".
Seguidamente el Papa recordó que el amor de Jesús se manifiesta en la cruz, allí transforma nuestro corazón de piedra en uno de carne. Allí, en la cruz, "aprendemos a amar a nuestros enemigos y a perdonar a quienes nos han ofendido". "Eso nos estimula a dialogar y nos ayuda a escucharnos y conocernos".
"El amor nos abre al otro, convirtiéndose en la base de las relaciones humanas. Nos permite superar las barreras de nuestras propias debilidades y prejuicios, crea puentes, enseña nuevas formas, desencadena el dinamismo de la fraternidad", concluyó Francisco.+