Jueves 21 de noviembre de 2024

Card. Sandri: Comunión y solidaridad con la Iglesia de Jerusalén

  • 28 de marzo, 2019
  • Ciudad del Vaticano
La Congregación para las Iglesias Orientales ?a través de una carta del prefecto, cardenal Leonardo Sandri- convocó a la solidaridad en la colecta que se realiza en las iglesias de todo el mundo el Viernes Santo, también llamada "Colecta para Tierra Santa", fuente principal de sustento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares.
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La Congregación para las Iglesias Orientales ?a través de una carta del prefecto, cardenal Leonardo Sandri- convocó a la solidaridad en la colecta que se realiza en las iglesias de todo el mundo el Viernes Santo, también llamada "Colecta para Tierra Santa", fuente principal de sustento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares.

El cardenal Sandri inicia su carta invitando, en este tiempo cuaresmal, y especialmente durante la Semana Santa a volver la mirada hacia "los lugares y acontecimientos que han cambiado el curso de la historia de la humanidad y la existencia personal de cada uno de nosotros: son los lugares y los acontecimientos que nos transmiten la memoria viva de todo aquello que el Hijo de Dios encarnado ha dicho, realizado y sufrido por nuestra redención", escribe el purpurado.

El prefecto de la Congregación para las Iglesia Orientales señala que la Semana Santa, centro del año litúrgico, recorriendo cada momento de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es una "luz que acaricia nuestros ojos y nuestros corazones, invitándonos a mirar adentro de la historia del mundo y de la historia personal de cada uno de nosotros".

Así "reviviendo los misterios de nuestra salvación, pensamos con mayor intensidad en los hermanos y hermanas que viven y testimonian la fe en Cristo, muerto y resucitado en Tierra Santa, expresándoles también nuestra solidaridad en la caridad", escribe el cardenal Sandri.

El cardenal Sandri recuerda en su misiva que fue el papa san Pablo VI, el "primer sucesor del apóstol Pedro que peregrinó a Tierra Santa en enero de 1964" y fue el mismo pontífice que en la exhortación apostólica Nobis in animo, en 1974 instituyó la "Colecta pro Terra Sancta".

En aquel entonces, Pablo VI afirmaba que "la Iglesia de Jerusalén ocupa un lugar de predilección en la solicitud de la Santa Sede y en las preocupaciones de todo el mundo cristiano. Tal atención hoy es requerida principalmente por los graves problemas de orden religioso, político y social allí existentes".

Al respecto la carta del prefecto de la Congregación para las Iglesia Orientas señala que "todavía hoy el Medio Oriente asiste a un proceso que ha herido las relaciones entre los pueblos de la región, creando una tal situación de injusticia que esperar la paz resulta casi temerario".

Recordando la oración conjunta de los jefes de las Iglesias Orientales de Medio Oriente que se realizó en la ciudad de Bari, el 7 de julio del año pasado, el cardenal Sandri reitera lo expresado en esa ocasión: "Pero sobre esta espléndida región se ha ido concentrando, especialmente en los últimos años, una densa nube de tinieblas: guerra, violencia y destrucción, ocupaciones y diversas formas de fundamentalismo, migraciones forzosas y abandono, y todo esto en medio del silencio de tantos y la complicidad de muchos. Oriente Medio se ha vuelto una tierra de gente que deja la propia tierra. Y existe el riesgo de que se extinga la presencia de nuestros hermanos y hermanas en la fe, desfigurando el mismo rostro de la región, porque un Medio Oriente sin cristianos no sería Medio Oriente".

Es por todos estas razones que la carta del cardenal Sandri apela a la solidaridad de los cristianos en la Colecta del Viernes Santo "para que la comunidad cristiana que vive en Palestina, bimilenaria por su origen y por su permanencia, pueda sobrevivir y, aún más, consolidar la propia presencia de manera activa y obrar al servicio de las otras comunidades con las que debe convivir, es necesario que los cristianos de todo el mundo se muestren generosos, haciendo llegar a la Iglesia de Jerusalén la caridad de sus oraciones, el calor de su ánimo favorable y el signo tangible de su solidaridad".

Seguidamente el prefecto señala que en este "último periodo, asistimos con esperanza a una cierta recuperación del flujo de las peregrinaciones, tocando con la mano el gozo de la fe de tantos fieles que llegan a Tierra Santa, cada vez más numerosos, desde China, India, Indonesia, Filipinas y Sri Lanka: cómo no pensar en el cumplimiento de la profecía evangélica: vendrán de oriente y de occidente, del septentrión y del mediodía, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios? Esa vitalidad apostólica es un signo grande para las comunidades locales, y un estímulo para las de Occidente, a veces tentadas por el desaliento y la resignación en el vivir y testimoniar la fe en lo cotidiano".

El cardenal argentino concluye su carta agradeciendo a los "sacerdotes, religiosos y demás fieles que colaboran con empeño en favor del buen resultado de la Colecta, con fidelidad a una obra que la Iglesia pide que sea cumplida por todos sus hijos". +