Sábado 23 de noviembre de 2024

Tierra Santa: La Navidad "una luz que nadie puede detener"

  • 24 de diciembre, 2018
  • Tierra Santa
El administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén en Tierra Santa, monseñor Pierbattista Pizzaballa, señaló, en su mensaje navideño, que la Navidad es una "luz que nadie puede detener", a pesar de las difíciles circunstancias de la vida y en especialmente las que padecen en la región.
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El administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén en Tierra Santa, monseñor Pierbattista Pizzaballa, señaló, que la Navidad es una "luz que nadie puede detener", a pesar de las difíciles circunstancias de la vida y en especialmente las que padecen en la región.

"¿Por qué hablar de felicidad, paz, esperanza, cuando vivimos en un contexto en el que no hay felicidad, paz, ni esperanza? ¿Es solo retórica?, ¿son eslóganes?", se preguntó monseñor Piezzaballa en su mensaje navideño.

A lo que se respondió negativamente, puesto que "los cristianos tenemos a Jesús. Que es nuestra alegría, nuestra esperanza, nuestra fuerza y nuestra paz".

El religioso señaló que a pesar de que está seguro de que el año que viene no será mejor que este desde el punto de vista político, y a pesar de que está convencido de que "no podemos cambiar la situación política", considera que "sí podemos cambiar cómo vivimos la vida, en nuestras familias y pequeños contextos".

Dijo ser consciente de que el mundo está lleno de problemas: "En nuestra Iglesia, en nuestra diócesis, mucha violencia, problemas políticos, tensiones" y agradeció que la Navidad fuera un momento para detenernos y "pensar en los demás".

Agradeció a los hijos, familias, ancianos, enfermos, a los que están solos, y a todos ellos dirigió sus rezos y deseó a "todos los cristianos de la Tierra Santa y diócesis de Jerusalén expandidas en todos los territorios, una fabulosa y feliz Navidad".



Aumento de visitas a la basílica de la Natividad en Belén
Belén es uno de los lugares de Tierra Santa más visitados por Navidad. Y no es para menos, ya que es tierra bendecida, porque allí nació el Niño Jesús, el salvador del mundo.

Según han informado las autoridades de Belén, debido a los trabajos de restauración que se adelantan en la Basílica de la Natividad, por estas fechan han aumentado el número de visitas a la gruta donde, según la tradición, se cree que nació Nuestro Señor.

Se espera que los trabajos de restauración de la Basílica, que iniciaron en 2013, culminen en el 2020. Para entonces las autoridades de Belén, prevén que además de estimularse el turismo y la economía, se frene la migración de cristianos que se ha generado por los diferentes conflictos allí presentes.

De acuerdo con Anton Salman, alcalde de Belén, "los cristianos se van de Tierra Santa debido a la falta de paz y las penurias económicas, y tenemos problemas para convencerlos que se queden. Ésta es una manera de hacerlo".

Y es que los cristianos, como recuerda Terra Santa News, representan solo el 40% de la población en Belén. Los católicos son 5 mil, pero el resto de cristianos son greco ortodoxos, armenios, siriacos, ortodoxos, coptos y luteranos. En la tierra donde nació Jesús, la mayoría de población es musulmana, pero en medio de las mezquitas, prevalecen las iglesias y los campanarios, sobre todo la Basílica de la Natividad.

Pese a que la población cristiana no es la mayoría, para quienes viven en Belén, es un don estar en la tierra donde nació el Salvador. Así lo señaló Dima Msallam, una habitante de la ciudad, en entrevista con Terra Santa News: "Dios está en todo el mundo, pero diría que aquí hay algo misterioso, nos lleva a reflexionar, a rezar más a ser nosotros mismos. Jesús, que vino aquí, se hizo hombre, niño como nosotros, porque tratamos de ser como él, de imitarlo siempre. Por ello, vivir en esta tierra, ir a rezar en la Iglesia de la Natividad es un regalo que nadie puede comprar con dinero. Es el regalo más grande que Jesús me ha hecho".

La Basílica de la Natividad es uno de los principales tesoros del cristianismo. Fue construida sobre la Gruta donde, según la tradición, nació Cristo. Consiste en un templo de cinco naves, cuyo ingreso en sencillo y humilde.

El testimonio más antiguo que se tiene de la Gruta del nacimiento de Jesús, tras los Evangelios, es el de Justino, mártir, y data del siglo II. Él señaló: "En el momento del nacimiento del Niño en Belén, como no tenía a dónde ir en aquel pueblo, José se paró en una gruta cercana y mientras estaban allí, María dio a luz a Cristo y lo puso en un pesebre, donde los Magos que venían de Arabia lo encontraron".

La primera edificación que se realizó data del siglo IV con el emperador Constantino y su madre Santa Elena.

En siglo VI la basílica fue sustituida por otra de más dimensiones, que es la que se puede visitar hoy. Cuenta con una planta de cruz latina y cinco naves, y una longitud de 54 metros. Su interior se embellece con cuatro filas de columnas, que se han realzado aún más con la restauración que han revelado bellos mosaicos.

Epicentro de toda la edificación es la Gruta de la Natividad, situada bajo el presbiterio. Es una pequeña capilla, con un altar, y bajo él una estrella de plata que marca el lugar donde nació Cristo, con la inscripción: "Hic de Virgine Maria Iesus Christus natus est". +