El Patriarca Latino de Jerusalén entró en la asediada Franja de Gaza, llevando la cercanía de la Iglesia al pueblo gazatí y ofreciendo un mensaje de solidaridad y apoyo.
El patriarca latino de Jerusalén llamó a las religiones a no "echar nafta al fuego": se necesitan testigos creíbles y honestos, para construir la paz con los criterios del Evangelio.
El patriarca latino de Jerusalén expresó que "no hay otra alternativa para los dos Estados que la continuación de la guerra, no hay acuerdos desde arriba sino un camino desde abajo".
A pesar de la tensa situación relacionada con la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, Fray Massimo Fusarelli OFM, animó a los frailes a permanecer "como franciscano en una Tierra herida"