"El servicio es el legado que nos deja esta figura que Dios le regala a Catamarca y al país", afirmó el obispo de esa diócesis, Mons. Urbanc, en los actos por los 198 años del natalicio del beato.
El objetivo fue profundizar en la formación, el crecimiento y la espiritualidad de cada uno de los servidores y dirigentes que llevan adelante el apostolado de la Renovación Carismática en la región.
A 133 años de la coronación pontificia de la imagen, el obispo de Catamarca le pidió a María "que ningún argentino se suelte de tu mano" y que las autoridades busquen "el bien de todos".
Fue con la solemne bajada de la imagen mariana desde el camarín hasta el presbiterio de la catedral. La presidió el obispo Luis Urbanc, quien le pidió a María bendiciones para cada rincón de la Patria