"No queremos crear precedentes peligrosos", declararon los obispos en respuesta a los secuestradores de 9 personas en el asalto a la Iglesia de Santa María.
Lo confirmó el arzobispo de Bamenda, Mons. Nkea Fuanya, afirmando que hay grupos que ven a la Iglesia como un "blanco fácil para hacer dinero".
Los obispos de la provincia eclesiástica de Bamenda, en el oeste del país, comunicaron la noticia y manifestaron "gran conmoción y horror absoluto" ante lo sucedido.
La pobreza extrema, el desempleo, la inflación galopante, el hundimiento de la economía y el empeoramiento de la inseguridad, son los temas que preocupan a los obispos reunidos en Asamblea Plenaria.